El lider tibetano durante su visita a Budapest, advirtió al Gobierno de la R.P.C. de la posible pérdida de confianza ante su aptitud no dialogante. Manifestó a la prensa en el Parlamento húngaro que, "pese a la dura política tibetana" ÉL sigue estando abierto al diálogo" y solicitó "cierta liberalización política para los tibetanos".
"Lo admitan o no los políticos de China, el problema de Tíbet existe y es bien conocido en el mundo". Expresó su optimismo y agradeció el apoyo que recibe en el extranjero.
Declaro para sorpresa de los presentes:
- "Estoy seguro de que tarde o temprano podré regresar al Tíbet y con pasaporte chino".
- "Hay que aprovechar la libertad de expresión" enfatizó.
Durante su corta visita de tres días impartió enseñanzas a más de 20.000 personas de Europa, y de otros continentes como siendo habitual allá dònde va, en el estadio "Papp Ferenc" de Budapest, donde llamó a superar las diferencias religiosas para lograr el respeto mutuo.
La estancia del líder tibetano en Hungría finalizó con la visita a la Universidad Centroeuropea, fundada por el magnate estadounidense de origen húngaro George Soros, y con un discurso en el Parlamento, antes de partir hacia la ciudad alemana de Passau.